Hablar de Francisco de Goya es hablar de contemporaneidad. Es considerado uno de los artistas europeos más importantes de su tiempo ya que ejerció una gran influencia en la evolución de la pintura, pues sus últimas obras han llegado a considerarse como precursoras del impresionismo. Goya no fue un genio joven. Su gran producción hay que buscarla fundamentalmente a partir del año 1792, donde se produce un punto de inflexión en su vida personal: fue diagnosticado de anacusia (pérdida total de la audición). A partir de aquí Goya se interioriza y se convierte en un artista diferente. Hay expertos que dicen que, si Goya hubiese muerto en 1792, no hubiera sido un pintor tan importante, puesto que sus obras más prolíficas se suceden en esta etapa personal. No hubiera sido, por tanto, el abanderado del surrealismo en el arte de Occidente. "El Quitasol" (1777). Óleo sobre lienzo. Museo Nacional del Prado, Madrid. Francisco de Goya y Lucientes nació el 30 de marzo de 174...
Difusión del patrimonio histórico